no importa lo que digan los poetas sobre el amor, porque
sabes que cuando una mujer ama lo hace con el corazón, cuerpo y alma por que
entregar su cariño para ellas es sagrado por eso cuando nosotros recibimos esa
gran fuerza que nos sumerge en lo más profundo de nuestros sentimientos a veces
no sabemos qué hacer y nos comportamos como idiotas y nos damos cuenta del daño
que tal vez le hemos llegado a ocasionar a ese gran ser después que esa
maravillosa madre, mujer y esposa ya no está a nuestro lado y ahí es donde
tratamos de recuperar la y hacerle creer que en verdad la amamos, pero no es así,
porque solo tratamos de recuperar algo que ya no está a nuestro lado y no está aguantando
nuestros caprichos y berrinches. Más allá de nuestra supuesta dignidad a la
cual la ponemos en un pedestal más alto a la hora de decir me equivoque, fue mi
culpa el que cometió el error fui yo, no somos capaces de tener esa gran gesto
que una mujer siempre espera que la persona que está a su lado sea capaz de
reconocer cuando sus afirmaciones están mal. Pero lo que pasa es que muy pocas
veces lo reconocemos y saber que cuando tú también le devuelves ese cariño que
es tan único experimentas lo más hermosa de una mujer ver la feliz y sin temores y
demostrarle tu amor a cualquier precio, hagamos lo que hagamos, ellas nos
amaran ( per secula seculorum). Con un amor ilimitado, irrevocable y eterno.
Y así como algunos pensadores se han referido al amor romántico
con numerables epítetos: que es doloroso e inexpugnable; como una conmoción de
dolores en todo nuestro cuerpo y debemos hacernos esta pregunta tan sencilla y
complicada a la vez realmente, ¿nunca esperamos nada de nuestras parejas, ni
siquiera una mínima retribución? Y ahí es donde nos debemos decir a nosotros
mismos, no seamos hipócritas. Porque si eres fiel, esperas fidelidad; si das
sexo, esperas sexo; y si das ternura, no esperas que tu pareja te de un golpe. Por
qué el mito del amor sin límites a hecho que infinidad de personas establezcan
relaciones realmente dañinas e irracionales, en las que se promulga el culto al
sacrificio y la abnegación sin fronteras.
Por eso debemos ser conscientes de respetar y apoyar a
nuestras esposas la madre de nuestros hijos y por ende hacerlas felices cada
minuto y día de sus vidas. Dios bendiga sus hogares y los llene de salud, amor
y conocimientos.